Satélite EarthCare
Estudio de la atmosfera del planeta tierra: cambio climático, nubes radioactivas y aerosoles.

Con el lanzamiento del satélite EarthCare comienza una de las misiones más complejas y ambiciosas de la historia de la observación de la Tierra: estudiar nubes y el aerosol para descubrir los mecanismos subyacentes al cambio climático.

La misión EarthCare, fruto de la colaboración entre la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial Japonesa (JAXA), utilizará cuatro instrumentos de última generación para lograr su objetivo.

"Las nubes, los aerosoles y la radiación serán comprendidos con mayor claridad gracias a la combinación única de cuatro instrumentos a bordo de EarthCare, que trabajarán para desentrañar algunos de los aspectos más misteriosos de nuestra atmósfera", declaró el director general de la ESA, Josef Aschbacher.

Diseñada y construida por un consorcio de más de 75 empresas, con Airbus como contratista principal, la misión también cuenta con una significativa contribución de la Agencia Espacial Italiana y de la industria italiana, a través de Leonardo. Esta última empresa desarrolló componentes para dos de los cuatro instrumentos a bordo, además de los paneles solares y un sensor especial para orientar el satélite en caso necesario.

El lanzamiento exitoso desde la base californiana de Vandenberg, utilizando un cohete Falcon 9, permitió que el satélite se separara del cohete y, una hora más tarde, la estación terrestre Hartebeesthoek en Sudáfrica recibiera la señal que confirmaba que EarthCare había alcanzado su órbita prevista a unos 400 kilómetros sobre la superficie de la Tierra.

Así comienza una misión llena de promesas, en un momento crucial en el que la presión del cambio climático se hace cada vez más apremiante.

Acrónimo de Earth Cloud Aerosol and Radiation Explorer, la misión tiene como objetivo realizar mediciones que solo son posibles desde el espacio, como las relacionadas con el papel de las nubes y los aerosoles en el calentamiento y enfriamiento de la atmósfera terrestre.

Fiel a la tradición japonesa, JAXA ya ha asignado un apodo al satélite: 'Hakuryu', que significa 'Dragón Blanco', debido a su apariencia, con un cuerpo blanco y un panel solar que recuerda a una larga cola.

"La misión llega en un momento crítico en el que avanzar en nuestro conocimiento científico es más importante que nunca para comprender y actuar sobre el cambio climático. Esperamos recibir los primeros datos", expresó Simonetta Cheli, directora de programas de Observación de la Tierra de la ESA.

"Aumentar la precisión de los modelos climáticos globales utilizando datos de EarthCare nos permitirá predecir mejor el clima futuro y, por lo tanto, tomar las medidas de mitigación necesarias", afirmó Eiichi Tomita, director científico del radar de JAXA, el cual medirá la velocidad del flujo ascendente y descendente dentro de las nubes, siendo el primer instrumento del mundo capaz de realizar tal medición.

Otro instrumento clave es el lidar atmosférico, que utiliza un láser para medir los perfiles de nubes delgadas y aerosoles; además, el generador de imágenes multiespectral ofrece una visión general de la escena en diferentes longitudes de onda, mientras que el radiómetro de banda ancha mide directamente la radiación solar reflejada y la radiación infrarroja saliente.

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